En un campo lleno hasta la bandera, pues la grada cubierta que tiene aproximadamente 50 asientos estaba repleta; a pie de campo también estaba lleno de gente: un grupo de unos 20 jóvenes apretando detrás de nuestro banquillo, y entre el bar y la parte del otro banquillo, el local, había un número importante de espectadores.
Todos tenían un objetivo común: insultar a los jugadores de nuestro equipo y presionar en todas y cada una de las jugadas al trío arbitral a ver si se dejaba intimidar y a nuestros jugadores a ver si caían en la provocación, pero gracias a Dios no consiguieron su objetivo. El árbitro se mantuvo firme y nuestros jugadores se dedicaron a jugar al fútbol que era a lo que habíamos ido.
Yo no me quería creer lo que estaba viendo, pero al final del partido después de saludar al míster local y comentarle que la gente había estado “muy calentita”, éste me contestó muy alterado que nos estaban esperando porque parece que aquí se les trató mal y arguyó el lema de “se recoge lo que se siembra” y por eso estaban de uñas con nosotros.
Gracias a un directivo local que estaba cerca y apaciguó al entrenador la cosa no fue a más. Por mi parte bien claro está que no hubiera pasado nada, pues yo simplemente pretendía ser cortés y educado saludando a los contrarios, como con todos los equipos con que nos hemos enfrentado, bien sea fuera o dentro de casa.
Esto me hizo ver claro la actitud del público local los noventa minutos del partido. Miento, no todo el público. Una niña de tres añitos, Carmen, me vio tomando notas con la libreta y el boli y se acercó a mi lado durante un buen rato del primer tiempo. Tuve que decirle que estaba haciendo la ficha que me había mandado mi “seño” y se la tenía que llevar mañana al cole. Estuvo un buen rato conmigo y se ganó un caramelo.
No sólo empujaba la grada, sino los mismos integrantes del banquillo local, bien liderados por el jugador Perica que se dirigía al público encendiéndoles de vez en cuando en las mismas narices del asistente de esa banda. Luego saldría ya avanzado el segundo tiempo para calentar desde dentro el partido.
Esta sería la parte añadida a la deportiva que se vivió en el terreno de juego.
En cuanto al partido en sí se desarrolló con un CFJARAÍZ como nos tiene acostumbrados. No tardamos en tomar posiciones en el campo y pronto pudimos comprobar que el Brocense no nos iba a regalar nada y que nos iba a poner las cosas muy difíciles, pues jugaba con descaro y se plantaban de vez en cuando delante de nuestro meta Domingo que, aunque no tuvo mucho trabajo, lo resolvió con buena nota.
El 7 y el 9 llegaban con cierta asiduidad a los dominios de Domingo, pero unas veces por sus propios fallos, otras porque eran interceptados por nuestros defensas y por el portero no conseguían sus objetivo.
El CFJARAÍZ atacaba con frecuencia la portería local con un Chape en uno de sus mejores partidos de la temporada. Al final diría que la actitud del público le había motivado aún más. Repartía juego como él sólo sabe y arriba estaban Cabecina, Nandi y Bella para tratar de marcar gol, pero nada, que no había suerte.
A mitad del primer tiempo hubo una jugada que pudo haber cambiado el resultado. Chape abre a la banda donde la coge Cabecina, llega hasta la línea de fondo, centra a puerta y Bella la toca, sale rozando el poste.
Otra jugada parecida que le llega a Nandi y la cruza demasiado. En el minuto 27 una bonita jugada entre Chape y Bella acaba en falta al borde del área. Saca Adán directo a puerta y gran parada del portero local.
En el 42, gran jugada de Cabecina y Bella. El balón acaba saliendo por el fondo.
En el 45, falta de Diego al borde del área. Se saca sin consecuencias y el árbitro pita el final del primer tiempo.
Comienza el segundo tiempo con un Brocense que sale a por todas, “por lo civil o por lo criminal”. Muy, muy motivados. Aprietan de lo lindo.
El número 9 está muy revolucionado, diría yo que pasado de vueltas. Entra a todas y con mucho peligro para la integridad física de los nuestros. Lógicamente, esta actitud incontrolable le hace irse a la ducha antes de tiempo. En el minuto 30 hace una dura entrada a Gilarte al borde de su área y el árbitro le muestra la roja directa.
Al poco, sale, como ya les conté más arriba, el “revulsivo” local, Perica, que jaleado por el respetable daba la sensación de haber salido de los chiqueros y arremetía contra todos hasta que recibió un buen “puyazo” en forma de tarjeta amarilla y templó los ánimos. Pasamos un rato divertido con este fenómeno, aunque pasamos un poco de miedo pensando que podía lesionar a cualquiera.
En el minuto 40, el árbitro, quizá llevado un poco por la presión sacó la segunda tarjeta amarilla a Diego. Un poco rigurosa, pero que así compensaba un poco al Brocense por la expulsión del número 9.
Poco más tuvo el partido. Por llegadas, quizá lo justo hubiera sido que hubiéramos ganado nosotros y nos hubiéramos traído los tres puntos para casa, pero el punto conseguido lo valoramos casi más que si hubiéramos ganado, dados los acontecimientos extradeportivos que se dieron en el partido.
Debemos destacar hoy al equipo completo por su entereza y unión y porque desde Domingo hasta el último del banquillo han hecho piña ante los “adversarios”. En estos partidos es donde se ve hasta donde llegan las personas y lo compacto que puede llegar a ser un grupo.
El entrenador tiene mucho que ver en todo esto, y por supuesto, Juan Ochoa y los directivos que acompañan al equipo a un sitio y a otro también se merecen un poco de consideración.
Jugaron: Domingo, José Luis, Gilarte, Diego, Garrido, Chape, Daniel, Adán, Cabecina, Nandi y Bella.
También lo hicieron: Dorado y David.
----------------------------------------------------------------------------------------
Crónica realizada por D. Juan E. Gallego (Presidente del C.F. Jaraiz)
Próximo partido: CFJARAÍZ-HERVÁS. Domingo, 10 de Abril, a las 17’30 horas en el Polideportivo Municipal de Jaraíz de la Vera.
Comentarios